Globalización
Globalización
o Mundialización es un término moderno usado para describir los cambios en las
sociedades y la economía mundial que resultan en un incremento sustancial del
comercio cultural (aunque según algunos autores y el movimiento antiglobalización,
la competitividad en un único modelo de mercado tiende a suprimir las
realidades culturales de menor poder). El término fue utilizado por primera
vez, por Theodore Levitt en The Globalization of Markets para describir las
transformaciones que venía sufriendo la economía internacional desde mediados
de la década de los 60. Toni Comín define este proceso como «un proceso
fundamentalmente económico que consiste en la creciente integración de las
distintas economías nacionales en un único mercado capitalista mundial».
La globalización es el proceso por el cual la
creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo
unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de
transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter
global. Así, los modos de producción y de movimientos de capital se configuran
a escala planetaria, mientras los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo
que se ha denominado la «sociedad en red». En este marco se registra un gran
incremento del comercio internacional y las inversiones, debido a la caída de
las barreras arancelarias y la interdependencia de las naciones. En los ámbitos
económicos empresariales, el término se utiliza para referirse casi
exclusivamente a los efectos mundiales del comercio internacional y los flujos
de capital, y particularmente a los efectos de la liberalización y
desregulación del comercio y las inversiones, lo que a su vez suele denominarse
como «libre comercio» (en inglés: free trade).
La
globalización en sí misma es un proceso continuo y dinámico, que desafía las
leyes de los países en desarrollo, respecto a leyes de protección a
trabajadores, protección del medio ambiente etc. Es también un desafío a los
planes de desarrollo de los países en vías de desarrollarse, la educación de la
población joven potencial a ser empleado en el futuro.
La intercomunicación física y virtual, han
ayudado en este proceso de globalización con un porcentaje muy importante. La
interconexión física se basa en los medios de transporte. La interconexión
virtual se basa exclusivamente en la tecnología. Un medio ya "común"
de información ha sido el Internet. Internet es una red mundial que permite la
conexión de varias personas.
La globalización desde
un punto de vista crítico:
Para
algunos grupos izquierdistas la globalización es un fenómeno mundial de tipo
económico y cultural que ha sido el resultado directo del neocolonialismo
capitalista actual. Este fenómeno consiste más que en la integración del mundo,
en el arraigo del yugo de las potencias sobre los países menos favorecidos;
este fenómeno tienen consecuencias directas sobre muchos de los aspectos
político-económicos del mundo, y ha sido considerado por muchos (no los
analistas desde la izquierda) como una de las «pocas» buenas consecuencias que
ha traído el modelo capitalista al mundo Cabe dejar claro que la globalización
no es un fenómeno mundial del todo positivo y eficaz y que si trae algunas
ventajas estas no serán tan relevantes mientras el mundo siga sumido en la
moral del más fuerte o, en términos más conocidos, «capitalismo salvaje».
En lo cultural • La homogenización que produce
este fenómeno, implica una pérdida en la integridad de las culturas de los
países participantes • La oportunidad de diversificar y relacionar las
costumbres • El establecimiento tal vez de una comunicación unánime • Las
ventajas que van a ser adquiridas por las culturas más famosas y publicitadas •
Las desventajas que se traerán a las culturas menos influyentes (pero no menos
importantes) en el mundo.
En lo económico • El fortalecimiento de la economía
imperialista de mercados • La lucha por poderes y bienes • La inclemente
desigualdad entre personas y naciones • El gran estímulo al cierre de tratados
económicos bi, tri, tetra, penta…laterales • La subordinación neocolonial de
gran cantidad de países • La desintegración de anteriores hermandades • La
destrucción definitiva de las economías de los países más pobres • La invasión
de empresas internacionales • La
privatización de «todo» • La pérdida paulatina de aranceles, aduanas y otros
tributos extranjeros • La ruina del trabajador promedio y la temible
acumulación de capital hacia el mundo burgués • La hiperoferta de productos y
el aumento de la calidad de estos gracias a la competencia • La integración e
interacción de países de diferente calibre económico • La facilidad de
adquisición de tecnologías y mercancías • El intercambio dinámico de
mercancías.
En lo político • La pérdida de la soberanía de
los países más indefensos • La aplicación de ayudas de los países ricos a los
pobres • El estimulo a la competencia de tecnologías y superioridad militar •
La temible competencia entre potencias • El control político de los países
potencia hacia los emergentes • El resurgimiento de guerrillas y corrientes
antagónicas rebeldes en todo el globo • La facilidad para el desarrollo del
terrorismo en todas sus formas • El desbloqueo de fronteras y el libre tránsito
por los continentes • La eliminación de visados • La disminución en los
controles migratorios.
Historia: Antecedentes
La
especie humana ha mostrado una fuerte tendencia a extender su presencia en todo
el mundo. Mucho antes de que aparecieran las primeras civilizaciones, el ser
humano ya se había extendido por la totalidad de la superficie terrestre, con
excepción de la Antártida. La historia de las civilizaciones conocidas muestra
también que la gran mayoría ha tenido sólidas vocaciones expansivas. Las
investigaciones históricas sobre el poblamiento de las diversas partes del
mundo, han puesto de manifiesto que los grandes océanos de la Tierra fueron
cruzados varias veces por gran cantidad de civilizaciones. En este sentido la
histórica travesía de Cristóbal Colón en 1492 no constituye en sí misma un
hecho inédito, pero abrirá camino a una expansión global de la civilización
europea, que conquistará y colonizará bajo su dominio la mayor parte del mundo,
casi con la única excepción de China y Japón.
En 1494, en el primer tratado global de la
historia, España y Portugal se reparten el mundo a ser conquistado por mitades,
dividiendo el mundo en dos por la línea de Tordesillas. La inmensa
transferencia de riquezas que comenzaron a fluir desde las colonias de todo el
mundo hacia Europa generaron una acumulación de capital sin precedentes que
dará origen a fines del siglo XVIII al sistema capitalista industrial.
En el siglo XIX se produce la primera división
internacional del trabajo, básicamente asignando a Europa la producción de
bienes industriales y a los países no europeos, mayoritariamente coloniales, la
producción de materias primas y alimentos. Durante cinco siglos masas crecientes de
población europea producirán grandes migraciones hacia todos los puntos de la Tierra.
En
las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX se produce una
enorme expansión del transporte, las comunicaciones, el comercio y las
inversiones internacionales. Los capitalistas individuales europeos y
norteamericanos tienden a fusionarse para originar grandes empresas de capital colectivo
con mayores posibilidades de influir en los mercados: son denominadas
corporaciones, trust o sociedades anónimas. Estas corporaciones europeas y
norteamericanas comienzan a instalar filiales en todo el mundo. Algunos
estudiosos han denominado a este período como primera ola de mundialización.
En
1848, Karl Marx y Friedrich Engels describen la forma en que se conforma un
mercado mundial y se desarrollan vínculos de interdependencia entre las
naciones, postergando las peculiaridades nacionales: La burguesía, al explotar
el mercado mundial, da a la producción y al consumo de todos los países un
sello cosmopolita. Entre los lamentos de los reaccionarios destruye los
cimientos nacionales de la industria. Las viejas industrias nacionales se
vienen a tierra, arrolladas por otras nuevas, cuya instauración es problema
vital para todas las naciones civilizadas; por industrias que ya no transforman
como antes las materias primas del país, sino las traídas de los climas más
lejanos y cuyos productos encuentran salida no sólo dentro de las fronteras,
sino en todas las partes del mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no bastan
a satisfacer, como en otro tiempo, los frutos del país, sino que reclaman para
su satisfacción los productos de tierras remotas. Ya no reina aquel mercado
local y nacional que se bastaba así mismo y donde no entraba nada de fuera;
ahora, la red del comercio es universal y en ella entran, unidas por vínculos
de interdependencia, todas las naciones.
Lo
que acontece con la producción material, acontece también con la del espíritu.
Los productos espirituales de las diferentes naciones vienen a formar un acervo
común. Las limitaciones y peculiaridades del carácter nacional van pasando a
segundo plano, y las literaturas locales y nacionales confluyen todas en una
literatura universal. La burguesía, con
el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las
facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta
a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería
pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a
capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero.
Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía
o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es
decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.
(Manifiesto del Partido Comunista)
Entre 1910 y 1945, una serie de crisis
económicas, en particular la gran depresión de 1929, y las dos sangrientas
guerras mundiales (básicamente intra-europeas), causan grandes sufrimientos a
los pueblos y enormes daños a las economías, llevando a la retracción del
volumen y la importancia de los flujos internacionales de comercio. En esas
condiciones se produce en 1917 la Revolución Rusa que establece el primer
estado comunista: la Unión Soviética.
En 1945, poco antes de finalizar Segunda
Guerra Mundial, las Naciones Unidas, aún en proceso de constitución, realizan
una Conferencia Financiera en Bretton Woods (EEUU), donde se decide crear el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Poco después, en 1947, se
firma el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT), antecesor de la
OMC. Al salir de la Segunda Guerra Mundial decenas de países del este de Europa
organizarán Estados comunistas y formarán un bloque comunista conducido por la
Unión Soviética, el COMECON. El mundo comunista crecerá con nuevas revoluciones
como la de China (1949), Corea del Norte (1952), Cuba (1959) y Vietnam (1970).
Por su parte, los pueblos de las colonias europeas iniciaron una serie de
luchas de descolonización que triunfaron en todos los casos y llevó a la
creación de más de 100 nuevas naciones independientes.
El
mundo quedó dividido en dos bloques enfrentados en una Guerra Fría y conducido
por dos superpotencias: el bloque capitalista con el liderazgo indiscutido de
Estados Unidos y el bloque comunista con el liderazgo también indiscutido de la
Unión Soviética. El poder atómico con que contaron ambos bloques expuso a la
Humanidad al peligro de una guerra nuclear y, por primera vez, a la posibilidad
de autodestruirse como especie. Este inédito peligro para la Humanidad, produjo
el fenómeno mismo de «guerra fría», y generó por primera vez una conciencia
global de destino común como especie. Entre ambos «mundos» capitalista y
comunista, emergió un Tercer Mundo que se organizó como Movimiento de Países No
Alineados que, aun manteniendo cierta relación con uno o con los dos bloques,
se mantenían neutrales en la confrontación global.
En
la década de 1960, China, con un cuarto de la población mundial, se separa del
bloque comunista soviético, y permanece básicamente aislada, sin siquiera tener
representación en las Naciones Unidas. Lentamente reorganizará sus relaciones
con el resto del mundo, y fundamentalmente su economía, abriendo paso a una
inédita (y poco estudiada) economía socialista de mercado, denominada por otros
como liberalismo socialista. En ese mundo fragmentado de la segunda mitad del
siglo XX la economía capitalista internacional se reorganizó en el marco de los
Acuerdos de Bretton Woods. El comercio internacional se expandió. Las
corporaciones y trust europeos, norteamericanos y ahora también japoneses, se
organizan definitivamente como Empresas Multinacionales, con un gran poder
económico y político.
La crisis del petróleo de 1973 impulsó una
reorganización radical del capitalismo, fundada en la intensa promoción de la
innovación tecnológica (TIC), la reforma total de la empresa y el
desmantelamiento del Estado de Bienestar, históricamente impulsado por los
gobiernos de Reagan en EEUU y Thatcher en Gran Bretaña.
El
9 de noviembre de 1989, se produjo la caída del Muro de Berlín, abriendo camino
a la implosión de la Unión Soviética en 1991 y la desaparición del bloque
comunista. A partir de ese momento comenzó una nueva etapa histórica: la
globalización.
Al
momento de su inicio Pablo Vázquez señala que el actual proceso de
globalización es parte de un proceso mayor iniciado en 1492 con la conquista y
colonización de gran parte del mundo por parte de Europa. Marshall McLuhan
sostenía ya en 1961 que los medios de comunicación electrónicos estaban creando
una aldea global. Rüdiger Safranski
destaca que a partir de la explosión de la bomba atómica en Hiroshima en 1945
nació una comunidad global unida en el terror a un holocausto mundial.
También
se ha asociado el inicio de la globalización a la invención del chip (1958), la
llegada del hombre a la Luna, que coincide con la primera transmisión mundial
vía satélite (20 de julio de 1969), o la creación de Internet (1969). Pero en
general se ubica el comienzo de la globalización en la desaparición de la Unión
Soviética y el bloque comunista que encabezaba. Si bien la autodisolución de la
Unión Soviética se produjo el 25 de diciembre de 1991, se ha generalizado
simbolizarla con la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989.
En
1989 el economista político estadounidense Francis Fukuyama publica un artículo
titulado El fin de la Historia, donde sostiene que «lo que podríamos estar
viendo no es solo el fin de la Guerra Fría, o de un particular período de post-
guerra, sino el fin de la historia como tal: esto es, el punto final de la
evolución histórica de la humanidad y la universalización de la democracia
liberal occidental como la forma final de gobierno humano». El escritor, el
artículo y sobre todo la frase de su título van a ser un constante punto de referencia
a favor y en contra de la globalización. Sin embargo, desde un punto de vista
histórico, y partiendo de la base que el motor de la historia son los
conflictos, Fukuyama cae en un error otorgándole la categoría de «victoria
total o planetaria» a un período que sólo significa la profundización, en mayor
escala que antes, del sistema capitalista. Poco tiempo tardó la «historia» en
demostrarle a Fukuyama su error: la insurrección del EZLN (Ejército Zapatista
de Liberación Nacional) al sur de México (1994), las protestas multitudinarias
en todo el mundo contra la globalización, el alzamiento del MST (Movimiento de
Trabajadores Sin Tierra) en Brasil, entre muchas otras, demostraron que, en ese
sentido, la «historia» sigue gozando de «buena salud».
Globalización
alternativa
Esta
ideología promulga que la globalización no puede ser vista solo como un proceso
impulsado y controlado por empresas multinacionales (Emes) y las élites
integradas por las personas más ricas y poderosas del mundo. Ya en el siglo
XIX, el sindicalismo fue concebido como un movimiento global
«internacionalista» como da cuenta el 1 de mayo, como día de movilización
mundial de los trabajadores. En el curso del Siglo XX surgen una gran cantidad
de movimientos y organizaciones sociales de proyección global: derechos
humanos, feminismo, defensa de los consumidores, medio ambiente, pacifismo, los
hippies. Del mismo modo una heterogénea cantidad de movimientos culturales se
conforman en el Siglo XIX y sobre todo en el Siglo XX, como corrientes
globales: el impresionismo, el expresionismo, el dadaísmo, el surrealismo, el
rock and roll, el punk, el rap, el karate como forma de vida (y no solo el
karate sino en general artes marciales llevándonos a las raíces samurái), la
moda, los nuevos juegos de red, la cultura pop (no en referencia sólo a la
música, sino a lo popular en general), el mundo de los deportes en general
(separado en distintas ramas como el surf, el automovilismo que también tiene
varias ramas, el ciclismo, el skate que se ha convertido en una forma de
expresión, etc.), el graffiti que también es una forma de expresión (muy
conocidos los de Banksy contra el capitalismo), etc.
Desde
el mismo momento en que comienza la globalización como proceso histórico,
emerge una visión crítica a la llamada globalización «corporativa», que
comienza a desarrollarse confusa e inorgánicamente en un ambiente muy
heterogéneo, integrado por intelectuales y organizaciones de todo tipo:
políticas, sindicales, ecologistas, feministas, indígenas, campesinas,
periodísticas, de derechos humanos, de consumidores, etc. Ese movimiento hizo
eclosión el 30 de noviembre de 1999 en lo que se ha llamado la batalla de
Seattle. Ese día, decenas de miles de personas convocadas por una inédita
alianza entre el movimiento sindical y las organizaciones ecologistas y más de
1.500 organizaciones, se movilizaron contra la OMC e hicieron fracasar la
llamada Ronda del Milenio al grito de «¿De quién es la calle? ¡Nuestra! ¿De
quién es el mundo? ¡Nuestro!». Probablemente la expresión más representativa de
este heterogéneo movimiento sea el Foro Social Mundial, con su expresivo lema
«Otro mundo es posible». Entre los individuos, personalidades e intelectuales
que integran este movimiento por una globalización alternativa es posible
encontrar una ama de casa, un trabajador o un jubilado no organizados, pasando
por universitarios, profesores y profesionales de todo nivel, intelectuales
como Noam Chomsky y Arundhati Roy, premios Nobel como José Saramago,
catedráticos como Carlos Taibo y Thomas Ward, periodistas como Naomi Klein,
Ignacio Ramonet o Eduardo Galeano, ecologistas como Vandana Shiva, el
subcomandante Marcos del EZLN o el agricultor francés José Bové. Aunque también
se ha llamado antiglobalización, el término es inadecuado pues, como dice Susan
George: «Yo rechazo la palabra antiglobalización que los medios de comunicación
nos atribuyen. El combate se da, en realidad, entre los que queremos una
globalización inclusiva, basada en la cooperación y la seguridad, y aquellos
que quieren que todas las decisiones las tome el mercado».
Los movimientos de globalización alternativa sostienen que el proceso globalizador podría tener ventajas generales para los pueblos del mundo. En ese sentido estas son algunas de las cuestiones básicas: • Comercio justo. • Industrialización del Tercer Mundo y mejora de sus economías: o Condonación de la deuda externa de los países más pobres. • Libertad de circulación: Sostienen que luego de que los europeos emigraran durante varios siglos a todas partes del mundo, no resulta justo ahora restringir la emigración de trabajadores hacia Europa. Por otro lado se sostiene que si hay libertad de circulación del capital, es indispensable establecer la misma libertad para el trabajo, si se pretende una relación equilibrada entre trabajo y capital. En general, muchos europeos y estadounidenses, rechazan estos reclamos y sostienen que es urgente estudiar y aplicar medidas que eviten la migración masiva.
EN
BASE AL MATERIAL LEÍDO
REALICE LA SIGUIENTE ACTIVIDAD:
ü
DEFINA
GLOBALIZACIÓN
ü
¿CUÁLES
SON LOS FACTORES NEGATIVOS DE LA MISMA?
ü
REALICE
UNA LÍNEA DE TIEMPO EXPLICANDO LOS ANTECEDENTES DE LA GLOBALIZACIÓN
ü
EXPLIQUE
CON QUÉ HECHO HISTÓRICO SE HABLA DEL COMIENZO DE ÉSTA
ü
¿CÓMO
SE LOGRARÍA UNA GLOBALIZACIÓN BENÉFICA TANTO PARA PAÍSES DESARROLLADOS COMO
PARA SUBDESARROLLADOS?
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